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Saturday, May 02, 2009


Barcelona (y II)

 

A Barcelona nunca la voy a conocer.

 

Llegamos por la mañana empapados de historias de estudiantes españolas cuya buena impresión del país que nos vio nacer se diluyó entre estafas por parte de nuestros coterraneos del Distrito Federal e ilusiones creadas por paraisos artificiales. Resulta que durante su viaje de graduación les robaron 11 000 pesos a las chiquillas cuando andaban turisteando por las calles de la ciudad capital, yo, que soy muy claridoso no tuve argumentos para defender a mis paisanos y hasta acabé contándoles historias sobre Nuevo Laredo y las fiestas de los capos del narco, chin. Despues las invite a Guadalajara, México.

 

Me contaron que en Cataluña habia muchos judios, wikipedia no desmintió ni corroboró la historia, pero las facciones de las chicas que he visto desde que bajamos me hacen creer que es cierto. A todas las he visto bellísimas.

 

A mi, que a veces suelo pensar que soy diseñador gráfico, me gusta (iba a decir me encanta, pero no, qué mamón) ver como esta educado el gusto de las personas que planifican la señaletica y la arquigrafía de los negocios y vialidades de la ciudad, el cuarto de hotel, por ejemplo, tiene muy pocos elementos, pero la armonía del conjunto (colores, texturas, simetrías) lo hacen verse elegante.

 

Motos, motos y más motos por todos lados, en las aceras, circulando, en los parques, en todos lados, muchas, todas.

 

Existen dos maneras de moverte entre las ciudades que visitas, la primera es navegar con bandera de “soy nuevo, reconóceme como turista, instrúyeme en tu ciudad” y la “joder que ni es pa´tanto, que nueva yor es major tío”.

 

Recorrimos calles conocidas y olvidadas. Ramblas, Plaza real, barrio gótico, Sagrada Familia, mirador de Colón… Y despues recorrimos calles y probamos sabores desconocidos.

 

Decido caminar parte de la avenida Diagonal pues existen dos personajes que me hacen sentir que vengo seguro a buscar algo a ésta ciudad cada que lo hago: Albert Pla y Quim Monzó. El primero lo encontré rápido pues publica su columna en La Vanguardia, diario español que  se distribuye entre los cuartos del hotel Hesperia. El Segundo me llevó a abandonar a mis compañeros de expedición y buscar la FNAC mas cercana.

 

Conocí a Albert Pla porque me gusta el cine español, en una cinta llamada Airbag del cineasta Juanma Bajo Ulloa aparece dicho personaje enfundado en sotana cantando canciones con muy mala leche. Despues dicho personaje vino a Guadalajara, lo he visto un par de veces, un día entre(amos) a su camerino y lo único que hicimos fue felicitarlo, el tipo estaba liando un porro, ni una palabra más. nos salimos del camarín. (ah que inocentes que nos vimos)

 

Casa Batlló y la Pedrera son un par de obras del arquitecto Antonio Gaudí que apenas he conocido en pleno día de Sant Jordi (23 de Abril), se acostumbra regalar flores los hombres y libros las mujeres, unos a las otras y viceversa. Passeig de Gràcia se encontraba lleno de puestos callejeros de libros y vendedoras de rosas, en uno de ellos conseguí El jardín de senderos que se bifurcan de un argentino y Pip I el color vermell de un catalán, ambos por su respectivo euro cada uno. No entre a las casas por su elevado costo pero en la casa Amatler gasté lo del recorrido en las otras.

 

Barcelona es una ciudad imposible. Te enamoras de una mujer cada cinco minutos y te desenamoras solo para hacerlo de una mujer aún más bella, es imposible.

 

Una llamada nos recomienta La Paradeta del Borne “vayan y pidan el vino turbio de la casa”:

Despues de treinta minutos conociendo el barrio del Borne damos con el lugar, lleno, esperamos para entrar. Lo primero que jala la vista es un montón de langostas unas sobre otras realizando movimientos torpes, a un lado un tazón lleno de gambas, al otro pulpitos bebes, sobre de ellos pulpos adultos, del otro extremo calamares, chamberete (o chamguerete o algo asi), chipirones, navajas (estas entran y salen de su caparazón), ostras y muchos otros moluscos y mariscos cuyo onmbre olvido. Empezamos “me das medio kilo de esto, un kilo de esto otro, una pieza de cada uno de estos” ,“¿es mucho un kilo de esto?”, “-¿Cómo vamos?- Y bueno, más o menos –Ok, entonces medio kilo de esto…”. Al final, con dos botellas del vino turbio de la casa incluido pagamos 17 euros cada uno, un regalo.

 

Si caminas por las ramblas a altas horas de la noche te abordan las africanas con su “20 euro chupá, 50 follá y chupa” y los migrantes  con carteras de cerveza, una por un euro.

 

El Palau de Sant Jordi se encuentra en el complejo deportivo creado para los juegos olimpicos del 92, para llegar a él tienes que pasar por Plaza Catalunya cuyos jardines son increibles. La obra arquitectónica aun más.

 

Generalmente, y digo asi por exagerar, la ciudad es más divertida si se recorre bajo el plan de ir caminando y parando por una caña cada 20 minutos, a las tres horas de recorrido ya te sientes como si estuvieras en casa y conocieras los barrios de toda la vida, si te pierdes no pasa nada, hay otros miles de turistas que estan aun mas perdidos que tu. Nun ca llegamos a un lugar al cual no quisieramos haber llegado.

 

Me voy y no aqui no pasó nada, A Barcelona nunca la voy a conocer.

 

 

 

 

 

 

 

 

P.D.: No las conté pero seguramente si me enamoré 897 veces fueron pocas.                                                

posted by Adrian
3:32 PM

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