Los viejos tiempos, serán los nuevos tiempos.
Jaime López
Recuerdo un clip de video en que aparece Mike Patton criticando al grupo de rock Wolfmother por su evidente plagio de ideas y falta de creatividad, se encuentran en uno de esos grandes festivales con decenas de bandas de todos los géneros y hace referencia a esa banda en particular por que es lo que suena a lo lejos en otro escenario, sin embargo habla sobre la situación del rock actual. Cuando le preguntan por sus proyectos actuales cuenta sobre Mondo Cane, en el cual reversiona música italiana de orquesta de los años 60´s y un par de soundtracks que tiene en el horno. En los comentarios sobre el video los jovenazos recalcan el hecho de que un viejo covereando rolas de ancianos italianos pueda criticar a los chavos rockeros con largos cabellos que se escuchan a la distancia y son la onda y tienen power. Y son lo nuevo.
Recuerdo a "Nefertiti" y su delgadez extrema, el calor sofocante del ambiente, el perfume que inundaba el cubículo tratando de disimular los olores del sudor, el semen, el latex y el fluido vaginal que tarde tiempo en reconocer y diferenciar, bastante tiempo después. Nos pidieron la credencial a la entrada y al mostrar nuestra foto de Nezahualcóyotl, todos y cada uno la misma, accedimos cual gente grande, despilfarrando lo que no teníamos e ingiriendo lo que no nos gustaba en esos tiempos. Recuerdo esperar cincuenta minutos para que se desocupara y al hacerlo se ocultó tras una cortina para tres tragos después aparecer sobre la pista y hacer milagros con sus largas, larguísimas, eternas piernas. -¿Y cómo le hago?- -Háblale al mesero para que te la traiga...- Dos clientes más tarde, clientes que sufrí por cierto, se acercó a la mesa y rozó con la suya mi mano, caminamos y atravesamos la cortina/barrera/muralla que me separaba del nuevo y húmedo mundo.
Recuerdo que leía con calma cada una de las letras, escritas a mano, que de memoria él cantaba interrumpiéndose a si mismo para con su dedo, señalarme en qué parte del estribillo iba la canción. -Cierra los ojos para que te concentres- y cerraba los ojos mientras yo seguía descifrando todas las letras juntas, en inglés, inventando significados de acuerdo al ritmo del sonido que emanaba del nuevo tocadiscos que había llegado a casa.
Recuerdo la escalera, los escalones, la almohada como trineo y la sangre. Y la nueva marca que hasta hoy me acompaña.
Y todos mis recuerdos son nuevos, nuevitos. De hoy.
